Por: Tatiana Yelena Rodríguez Mojica. @tatiana_tatiy
En Colombia cientos de niños y niñas nacen todos los días, según cifras de el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, (DANE), publicadas en Bogotá el 30 de junio de 2017 para 2015 se reportaron 660.999 nacimientos en el total nacional, de los cuales 51,4% correspondió a hombres y 48,6% a mujeres. De acuerdo con los datos preliminares de 2016, los nacimientos en el país llevan un acumulado de 644.305, con igual distribución porcentual por sexos. La razón de masculinidad al nacer fue de 1,06, lo que indicó que por cada 100 mujeres nacieron 106 hombres. De estos nacimientos muchos provienen de mujeres con discapacidad, aunque no se tienen cifras exactas de cuantos niños y niñas corresponden a esta población.
A pesar que en nuestro país no se realiza el censo desde el 2005, se cree que existen aproximadamente seis millones de personas con discapacidad, muchas de estas mujeres diariamente son maltratadas y discriminadas, violándoles sus derechos fundamentales sobre todo los sexuales y reproductivos; precisamente hablar de esto es uno de los temas que más genera heridas y estupor.
Existe mucho desconocimiento frente a las personas con discapacidad, sus derechos y su desarrollo como ser humano, todavía se ve a esta población, como: enfermos, inútiles, anormales, personas que necesitan de la lástima, la caridad para sobrevivir, así mismo si nace un niño o una niña con discapacidad se ve como un castigo de Dios.
Pocos creen que los hombres y mujeres con discapacidad son autónomos, útiles en la sociedad y que tienen los mismos derechos de cualquier persona, para nadie es un secreto que en Colombia diariamente golpean, violan, y asesinan a las mujeres, muchas de estas con discapacidad pero de esto no se habla.
Cuando una mujer con discapacidad demuestra que es autónoma, que puede cuidar de ella por si misma, que puede ejercer una profesión o un oficio, que es atractiva y que puede tener una pareja, se ve como la excepción, algo que se sale de lo mal llamado (normal), o de lo cotidiano y hablo de demostrar porque siempre a las personas con discapacidad primero les toca demostrar que son capaces, para que se genere cualquier oportunidad y se permita el libre desarrollo del ser; pero si aparte de todo esto, se le ocurre y desea ser madre, es ahí donde empiezan los problemas y la crítica.
Yuli Andrea Flores Galeano mujer con discapacidad visual que a sus 18 años decide con su pareja quedar en embarazo, porque realmente lo decide a diferencia de más del 50% de los colombianos que son hijos de embarazos no deseados, cuenta: “fue un proceso difícil, muchas personas me criticaban y me decían que abortara, por que estando así como se me ocurría tener un hijo” recuerda Yuli, para esta risaraldense de 29 años, las críticas de sus vecinos y en un principio el desacuerdo de sus padres con traer un hijo al mundo, no fue impedimento para lograr esta decisión de vida, para ella ha sido maravilloso, a pesar que el padre de Daniela murió hace 10 años, actualmente Daniela su única hija tiene once años, es su motor de vida, la adoración de sus abuelos y el mejor regalo para Yuli.
Cuando la pareja ambos con discapacidad, la crítica y el rechazo se hace más profunda y evidente, es el caso de Aura Genith Prada Herrera, mujer con discapacidad visual y Jorge Alexander Rojas quien tiene discapacidad física, esposos hace diez años, anhelaban tener un hijo por lo que empezaron con asesoría y exámenes médicos para que el embarazo se diera lo mejor posible y este sueño se hiciera realidad.
Cuando Aura asiste al médico y le manifiesta su deseo de ser madre, trata de persuadirla y ponerle peros para evitar su embarazo, igualmente, le mandaron un montón de exámenes. En las citas para retirarle el dispositivo, los médicos no hacían el procedimiento inventando cualquier pretexto, hasta que ella en otra cita manifiesta que quería que lo retiraran para cambiarlo y por fin lograr así quedar en embarazo.
Cuando una mujer con discapacidad decide tener un hijo, la mayoría de las veces evalúa toda las condiciones y posibilidades para el desarrollo y bienestar del bebé sin embargo los médicos y la sociedad en general, desde su ignorancia continúan poniendo barreras a las mujeres con discapacidad que desean ser madres; a Aura Prada en su primer control, la doctora que la atendió, les repetía a ella y su esposo, “ustedes no están pensando en él bebé, se va a traumatizar, ¿con discapacidad como se les ocurre tener un hijo?, “ a lo que esta pareja de esposos, respondía sin dudarlo “ no somos las primeras personas con discapacidad que decidimos tener un hijo”, sin embargo le ordenan citas con psiquiatría, las que por supuesto no asisten.
A diferencia de muchas familias los seres queridos que integran la de Aura y Alex se encuentran dichosos, saben lo que esta pareja deseaba un hijo y además confían en sus capacidades para tenerlo y para el bienestar del bebé, Aura tiene veintiséis semanas de embarazo, que han transcurrido con vómito, dolor de cabeza, otras molestias y antojos como el de cualquier mujer, es una niña que llamaran Emily Saray.
Pese a esto en Colombia se esterilizan las mujeres con discapacidad y peor aún sin su consentimiento, la mayoría de las veces son los padres, que a temprana edad llevan a las adolescentes que le realicen estos procedimientos con los que obviamente los médicos están de acuerdo, sin importar que la ley en Colombia protege y ampara los derechos sexuales y reproductivos de las personas con discapacidad y en un fallo histórico la Corte Constitucional prohíbe estos procedimientos, “ Sentencia T573 de 2016 prohíbe realizar ligadura de trompas a PCD Mental, colgada por relatoría el 19 enero de 2017. Resumen de la misma corte PCD NO PUEDEN SER SOMETIDAS A PROCEDIMIENTOS DE ANTICONCEPCION SIN SU CONSENTIMIENTO”.
Es un tema bastante complicado teniendo en cuenta que la mayoría de personas en la sociedad creen que mujeres con discapacidad no deben tener hijos, pero vale la pena recordar que como mujeres también se tiene el derecho de ser madres.
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