Fundación
Sirius Una Nueva Luz


Por una promesa

En el año 2006 Tatiana Rodríguez se encontraba trabajando en radio, cuando llegó al INCI – Instituto Nacional para Ciegos, iba a realizar unos Micro programas informativos, gracias a esto se entera de un curso de plan de negocios en el SENA, exclusivo para personas con discapacidad   visual y decide inscribirse.  Aunque ha pasado mucho tiempo recuerda ese día como si fuera ayer, ¨nunca había visto tantas personas con discapacidad  visual , pensaba que era la única con esta condición, hoy en día sé que somos muchos , según la Unión Mundial de Ciegos en el mundo existen, 285 millones de personas con discapacidad  visual, es decir ciegos y baja visión¨;  cuando el profesor empieza a preguntarles a todos que por qué eran ciegos o baja visión, ¨escuché testimonios que me impactaron, una de ellas era de un señor que debido al golpe que le  ocasionó  una caída de escaleras quedó ciego, otros por el desprendimiento de retina y glaucoma y el más fuerte era de una señora que por los golpes de su esposo quedó ciega.  Al terminar la primera clase salí impactada, sorprendida y algo triste, no quería volver” cuenta Tatiana, pero ella pocas veces deja algo cuando lo inicia y decidió seguir asistiendo a este curso, donde empieza a compartir con personas ciegas y baja visión.

Al interactuar con diferentes personas con discapacidad visual Tatiana se da cuenta de las necesidades y dificultades que sufre esta población y de la indiferencia de algunos individuos.  recuerda que en algún momento de su vida hizo una promesa; “Prometí a Dios crear tres fundaciones una para niños, otra para ancianos y una para perros abandonados, pero al conocer más gente en mi misma condición y al ver lo afortunada que era decidí cambiarle un poco mi promesa, sé que a él no le molesta,” menciona Tatiana con una sonrisa en el rostro.

Arduo Trabajo:

Después de tener esa idea en la cabeza, esta comunicadora social, convoca un grupo de compañeros y empieza a materializar la fundación Sirius Una Nueva Luz, al inicio eran aproximadamente nueve personas, pero al designar tareas y empezar a trabajar solo quedaron dos Tatiana Rodríguez y Natalia Morales, con baja visión, que es miembro fundadora y la Tesorera de la Fundación, ambas han trabajado constantemente en este propósito y cuando  empiezan, una de las maneras de conseguir recursos fue vender dulces y postres y así nace la Fundación Sirius Una Nueva Luz.

El apoyo de las familias de estas dos mujeres ha sido fundamental para el desarrollo de este proyecto.  Actualmente la Junta Directiva está conformada por ellas dos y  Olga Lucía Ariza, quien también tiene discapacidad visual y las apoya desde octubre del 2017;  en este arduo trabajo las  han acompañado David Salas y  Andrés Méndez quienes por situaciones personales no continuaron en la Junta Directiva pero ahora son parte de la Red de amigos Sirius.

Lo importante es contribuir a lograr una Sociedad inclusiva y la fundación Sirius una Nueva Luz, trabaja incansablemente para esto.