Por: Tatiana Yelena Rodríguez Mojica. @tatiana_tatiy

Ser mujer en Colombia es todo un reto, pero ser mujer con discapacidad es una verdadera odisea, aunque en nuestro país se ha hecho investigación sobre violencia de género poco o nada se ha avanzado en el tema de violencia y discriminación hacia la mujer con discapacidad, desde que se es una niña se sufre maltrato y discriminación, se acostumbra a que se debe ser obediente, sumisa y que todo lo que tenga que ver con ella lo deben decidir los demás, se le viola a la mujer con discapacidad todos sus derechos, especialmente los sexuales y reproductivos. Existen imaginarios culturales donde se cree que a la mujer con discapacidad no la mira nadie, no es sujeto de deseo y mucho menos que va a lograr una relación con un hombre, por supuesto, que no tiene derecho a ser madre y si llega  a serlo sufre reproche y una crítica social enorme, “porque estando así, como se les ocurre tener un hijo”.

Generalmente son los propios padres o familiares que anulan a la mujer y desde edades muy tempranas, sin consentimiento de ellas les realizan procedimientos quirúrgicos de esterilización, negándoles la posibilidad de ser madres; aunque ser mujer no significa ser madre, muchas tienen este deseo, que en algunas ocasiones es negado.

A pesar de lo que se cree, hay mujeres con discapacidad que constituyen una familia y desean tener un hijo es el caso de Luz Dary López, mujer con discapacidad visual que contrajo matrimonio con Aurelio Almonte, músico con quien comparte su misma condición.  El 30 de noviembre de 2016, Luz Dary ingresa a la Clínica Materno Infantil con dolores de parto,  después  de una cesárea nace Verónica, su primera hija, que decidió adelantarse dos semanas, por lo que los médicos resuelven dejarla hospitalizada y ponerle oxígeno, la bebé evoluciona muy bien, al segundo día le retiran el oxígeno, pero no les permiten a sus padres llevarse la niña a su hogar.  Luz Dary tenía que ir dos veces al día a lactarle, pero como toda madre primeriza es inexperta y producía poca leche, estuvo en la sala de lactancia, pero solo obtuvo  una onza de leche; los médicos le ordenan una terapia con una fonoaudióloga que no tenía nada que ver con lactancia, dicha profesional fue bastante antipática y dura con Luz Dary,  le resaltó que aprendiera bien o no le entregaban la niña,  porque si así era en el hospital como sería en la casa. 

Aurelio y Luz Dary iban acompañados con personas sin discapacidad, los médicos al hablar y explicar las razones de no dejar salir a Verónica, se dirigían a los acompañantes no a los padres, lo que claramente es un caso de discriminación. Otra de las razones para no entregarles la bebé es que el oftalmólogo no la había visto y por supuesto los más interesados de esta consulta eran sus progenitores, pero pasaban los días y esta cita no era concretada.

Los padres se encontraban desesperados después de seis días de no poder tener a Verónica, deciden asesorarse de un abogado, quien les aconseja que lo más rápido es una acción de tutela. El 7 de diciembre deciden ir con el abogado que también tenía discapacidad visual, para que por fin  los tomaran en cuenta o por lo menos les hablaran directamente, llegan a la clínica Materno Infantil y hablan con la trabajadora social, “doctora, estoy desesperada, siento que me están sacando excusas para no entregarme mi hija, esto es porque mi esposo y yo tenemos discapacidad visual”, mencionó Luz Dary aunque la que daba  la orden de salida era la pediatra, la doctora Rosa Cecilia Díaz Moreno, cuando mencionan que van a instaurar la tutela el panorama empieza a cambiar. Por su puesto la trabajadora social dijo que esta no era la razón, tranquila y que no era  necesario poner demandas, mañana se le dará salida a Verónica, sorprendentemente la cita del oftalmólogo que tanto se había demorado  se la dieron para el otro día, por fortuna Verónica se encontraba en perfecto estado de salud y por fin pudo llegar a su hogar. 

Tristemente el caso de Luz Dary no es el único, son muchas las mujeres con discapacidad que han sentido discriminación de los médicos y de la sociedad en general, muchos piensan que las personas con discapacidad no deben tener hijos, violando así este derecho que tiene cualquier ser humano. 

Por otra parte existen mujeres con discapacidad que deciden entablar relaciones sentimentales con hombres sin discapacidad, es el caso de Adriana Pulido mujer con discapacidad visual que tiene una relación estable con su pareja hace varios años, constantemente y sobre todo al inicio de la relación recibían comentarios desagradables, como “las buenas obras Dios las premia”, refiriéndose a su noviazgo.  Las personas creen equivocadamente que cuando un hombre sin discapacidad decide tener como pareja  a una mujer con discapacidad, está haciendo una obra de caridad y que por esto se va a ganar el cielo. “Es una relación como cualquier otra, con buenos momentos, alegrías, discusiones, etc. Yo como mujer  tengo las mismas exigencias de toda mujer” menciona Adriana. Pero para ésta mujer profesional, empoderada y que hace parte de la Red de Mujeres con discapacidad visual, esto ahora le causa gracia, le genera risa y demuestra que ante todo somos mujeres.

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